
Aristóteles afirmó que los universales o ideas generales representan en la mente los hechos particulares de la realidad. Además, clasificó los universales en cinco grupos: el género, la especie, la diferencia, lo propio y el accidente.
La disputa o la polémica de los universales fue uno de los temas de discusión entre los pensadores escolásticos del siglo XII. Y siguió siendo una cuestión objeto de especulaciones y argumentaciones en el campo de la filosofía y la teología. Boecio varios siglos antes en su comentario a la Isagoge de Porfirio ya se plantea la cuestión de si los géneros y las especies son entidades subsistentes o si son solo conceptos. Evidentemente, es el problema de la relación del pensamiento con la realidad.
Se puede preguntar cómo se forman nuestros conceptos universales y esta es la forma psicológica de abordar el problema. Desde una perspectiva ontológica, en cambio, podemos pensar si existe algo que se corresponda, en la realidad extramental, con los conceptos universales que se forman en la inteligencia humana.